REFLEXIONES PEDAGÓGICAS

2 jun 2014

LOS SIETE APRENDIZAJES BÁSICOS PARA LA CONVIVENCIA SOCIAL

Los 7 aprendizajes básicos para la convivencia social son:

Aprender a no agredir al congénere. Fundamento de todo modelo de convivencia social: en el ser humano la agresividad puede convertirse en amor o en hostilidad hacia el otro. Es necesario aprender a dejar el combate sin perder la competitividad, a ser fuerte sin perder la ternura y la compasión por el otro, quien por ser diferente, puede ser mi complemento o quizá  mi opositor, pero nunca mi enemigo.
Aprender a comunicarse. Base de la autoafirmación personal y grupal: toda comunicación busca transmitir un sentido que espera ser reconocido por otros. Yo me afirmo cuando el otro me reconoce, y el otro se afirma con mi reconocimiento. Una sociedad que aprende a comunicarse de muchas maneras, siempre encuentra formas para solucionar sus conflictos pacíficamente.
Aprender a interactuar. Base de los modelos de relación social: aprender a percibirme y a percibir a los otros como personas que evolucionamos y cambiamos en las relaciones intersubjetivas, pero guiados por unas reglas básicas universales: los Derechos Humanos.
Aprender a decidir en grupo. Base de la política y de la economía: el grado de convivencia de una sociedad depende de su capacidad de concertar intereses comunes, a todos los niveles. Aprendiendo a negociar en grupo se puede alcanzar el máximo nivel de concertación, expresión del Interés General o el Bien Común.
Aprender a cuidarse. Base de los modelos de salud y seguridad social: la convivencia supone aprender a cuidar el “bien común” físico y psicológico de sí mismo y de los otros; esta es una forma de expresar el amor por la vida. Aprender a cuidarse significa también la creación de condiciones de vida adecuada para todos y todas.
Aprender a cuidar el entorno. Base de la supervivencia: aprender a vivir socialmente es ante todo, aprender a estar en el mundo; es aceptar que somos parte de la naturaleza y del universo y que no es posible herir al planeta tierra sin herirnos a nosotros mismos. Una  ética de la convivencia social supone el cuidado del lugar donde todos estamos: la biosfera.
Aprender a valorar el saber social. Base de la evolución social y cultural: el conocimiento y contacto con los legados culturales y académicos de una sociedad genera hombres y mujeres más racionales, más vinculadas a la historia y a la vida cotidiana de la sociedad y más capaces de comprender los beneficios y posibilidades de la convivencia social.

(*) Toro A., José Bernardo. 7 aprendizajes básicos para la Educación en la Convivencia Social. Educando para hacer posible la Vida y la Felicidad. Fundación Social. Bogotá 1992.