Los 7 aprendizajes básicos para la convivencia social son:
Aprender a no agredir al
congénere. Fundamento de todo modelo de convivencia social: en el ser humano la
agresividad puede convertirse en amor o en hostilidad hacia el otro. Es
necesario aprender a dejar el combate sin perder la competitividad, a ser
fuerte sin perder la ternura y la compasión por el otro, quien por ser
diferente, puede ser mi complemento o quizá mi opositor, pero nunca mi
enemigo.
Aprender a comunicarse. Base de
la autoafirmación personal y grupal: toda comunicación busca transmitir un
sentido que espera ser reconocido por otros. Yo me afirmo cuando el otro me
reconoce, y el otro se afirma con mi reconocimiento. Una sociedad que aprende a
comunicarse de muchas maneras, siempre encuentra formas para solucionar sus
conflictos pacíficamente.
Aprender a interactuar. Base de
los modelos de relación social: aprender a percibirme y a percibir a los otros
como personas que evolucionamos y cambiamos en las relaciones intersubjetivas,
pero guiados por unas reglas básicas universales: los Derechos Humanos.
Aprender a decidir en grupo. Base
de la política y de la economía: el grado de convivencia de una sociedad
depende de su capacidad de concertar intereses comunes, a todos los niveles.
Aprendiendo a negociar en grupo se puede alcanzar el máximo nivel de
concertación, expresión del Interés General o el Bien Común.
Aprender a cuidarse. Base de
los modelos de salud y seguridad social: la convivencia supone aprender a
cuidar el “bien común” físico y psicológico de sí mismo y de los otros; esta es
una forma de expresar el amor por la vida. Aprender a cuidarse significa
también la creación de condiciones de vida adecuada para todos y todas.
Aprender a cuidar el
entorno. Base de la supervivencia: aprender a vivir socialmente es ante
todo, aprender a estar en el mundo; es aceptar que somos parte de la naturaleza
y del universo y que no es posible herir al planeta tierra sin herirnos a
nosotros mismos. Una ética de la convivencia social supone el cuidado del
lugar donde todos estamos: la biosfera.
Aprender a valorar el saber
social. Base de la evolución social y cultural: el conocimiento y contacto
con los legados culturales y académicos de una sociedad genera hombres y
mujeres más racionales, más vinculadas a la historia y a la vida cotidiana de
la sociedad y más capaces de comprender los beneficios y posibilidades de la
convivencia social.
(*) Toro A., José Bernardo. 7
aprendizajes básicos para la Educación en la Convivencia Social. Educando para
hacer posible la Vida y la Felicidad. Fundación Social. Bogotá 1992.